La Biblia cuenta que en las últimas horas de vida de Jesucristo, éste predijo que Pedro negaría conocerle hasta en tres ocasiones “antes que el gallo cante dos veces”.
De ahí que la expresión otro gallo cantaría se aplique para dar a entender que, si una determinada situación se hubiera planteado de otra manera, las consecuencias habrían resultado diferentes