La Fundación de la Lengua Española explica que una ‘estacada’ era un «palenque o liza, formado ordinariamente con estacas, en que se celebraban los desafíos, torneos y justas».
De este surge esta expresión, que se refiere de forma figurativa a alguien que abandona a otro ante un grave riesgo o un asunto peligroso.