El origen de esta expresión se remonta al siglo XVI, cuando comenzó a popularizarse el consumo de bacalao al salazón en España.
En las colonias del imperio español, este pescado desecado servía para alimentar a los esclavos y el capataz era quien repartía los trozos y decidía a quién correspondían los más grandes y los más pequeños.
¿Usas mucho esta expresión?